Oh Dios mío, yo te amo en mi prójimo, yo descubro en Él, el
rostro de Cristo, en el pobre, en el débil, en el enfermo, en el que sufre, en
quien está a mi lado.
¿Qué nos pides Señor Nuestro, Jesucristo, para lograr tu
Unidad? Orar constantemente, practicar tu justicia, amar tu bondad y seguirte.
Tu Divina Presencia necesitamos en cada momento en nuestras relaciones
cotidianas y en cada obstáculo del camino.
Hoy surgen muchos falsos ídolos. Yo deseo serte fiel, Oh
Dios y Señor mío, no temeré ir a contracorriente si es tu Voluntad, enséñanos el camino.
Me uno a todos los que se manifiestan por la vida, y te ruego
Oh Cristo de Bondad, porque las políticas cotidianas protejan al no nacido y
promuevan la cultura de la vida.
Oh Dios mío, todos los días son tu día, pero yo te honraré
en especial en el día de precepto, protégenos en tu Divina Gracia.
Oh Dios Padre que amas
a todo ser humano y a todo ser. Ven a mi cuando me sienta olvidado, desamparado
y solo, porque el nombre de cada uno está escrito en tu corazón bondadoso, oh
Señor.
Yo pido a Nuestro Señor Jesucristo por cada persona
consagrada a Ti, por cada religiosa y religioso, por que sigan siempre a Dios
con fidelidad, en pobreza, castidad y obediencia.
Como la Santísima Virgen María Madre de Dios, yo recibo y protejo
en mi corazón la Palabra de Jesús el Cristo, para confesarlo como Señor de
nuestra vida.
Todo es don de Dios. Yo reconozco esta dependencia vital del
Creador, yo amo la Libertad y la Paz en Cristo.
Yo confío en el Poder de la Misericordia de Dios. Todos
somos pecadores, pero su gracia transforma y renueva nuestra vida.
Oh Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo busco tu Presencia
Real.
Oh Dios mío, yo te pido por aquellos que necesitan ver tu
Rostro.
Amén.
Pésame, Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
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