Se bendecirá el crucifijo, diciendo:
-Nuestro auxilio está en tu nombre Oh Señor Jesucristo, Dios Santo y en tu Santa Cruz.
–Tu que hiciste el cielo y la Tierra, Dios Santísimo. Bendito seas.
-El Señor Jesucristo y su Santa Cruz estén en nosotros.
-Amén, Amén, Amén.
OREMOS:
Omnipotente y sempiterno Dios Santo, que no repruebas el que se pinten las imágenes (o se esculpan las estatuas) de tus Santos, y el crucifijo de tu Hijo, a fin de que cuantas veces los veamos con los ojos de nuestro cuerpo, otras tantas veces nos determinemos a imitar los ejemplos de su santidad: te rogamos que te dignes bendecir y santificar este crucifijo hecho en honor de Jesucristo Dios y Hombre Verdadero, concédenos que cuantos ante él procuremos honrar y orar al Dios Vivo, obtengamos por sus méritos infinitos e intercesión, las gracias en la vida presente y la gloria en la Eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. -Amén.
¡OH Dios Santo! permanece en este crucifijo y en todos nosotros, exorcízalo, bendícelo y protégelo, y exorcízanos a todos nosotros, a lo nuestro y a los nuestros, con la Preciosa Sangre de tu Hijo, permanente en todo y en todos.
Rociar el crucifijo con agua bendita diciendo: Yo reclamo sobre mi y sobre los que aquí estamos, la Sangre del Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, para que nos purifique de todo pecado y nos proteja contra todo ataque del maligno.
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