¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la Casa del Señor»! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén, que fuiste construida como ciudad bien compacta y armoniosa. Allí suben las tribus, las tribus del Señor –según es norma en Israel– para celebrar el nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. Auguren la paz a Jerusalén: «¡Vivan seguros los que te aman! ¡Haya paz en tus muros y seguridad en tus palacios!». Por amor a mis hermanos y amigos, diré: «La paz esté contigo». Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad. (Salmo 122)

lunes, 21 de abril de 2014

¡Ven, Dios Espíritu Santo!


Ven, Dios Espíritu Santo,
Ven con tu Amor por todos,
Protector bondadoso,
Generoso eterno,
 Dador de todo lo pleno,
Felicidad de todas las almas,
Consolador y auxiliador
En los malos momentos.
Padre amoroso consejero
En los buenos momentos.
Ven, Dios Espíritu Santo,
Permanece en nosotros,
Danos tu descanso y tu Paz,
Tu confort y tu sabiduría,
Haznos ricos de tu Bondad.
 -
Ven, Dios Espíritu Santo,
Perdona nuestros pecados,
Alivia nuestros males,
Bendícenos y bendice todo,
Guía al equivocado,
Bendice al futuro,
Bendice a nuestros hijos,
Y permítenos vivir en tu Gozo.

Amén. 

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