¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la Casa del Señor»! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén, que fuiste construida como ciudad bien compacta y armoniosa. Allí suben las tribus, las tribus del Señor –según es norma en Israel– para celebrar el nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. Auguren la paz a Jerusalén: «¡Vivan seguros los que te aman! ¡Haya paz en tus muros y seguridad en tus palacios!». Por amor a mis hermanos y amigos, diré: «La paz esté contigo». Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad. (Salmo 122)

martes, 25 de abril de 2017

¡VIRTUD DE CRISTO QUE VENCES A SATANÁS!


¡VIRTUD DE CRISTO QUE VENCES A SATANÁS! PERMANECE EN NOSOTROS.

¡VIRTUD DE CRISTO QUE VENCES A SATANÁS! BENDÍCENOS Y BENDICE TU CRUCIFIJO.


¡VIRTUD DE CRISTO QUE VENCES A SATANÁS! SÁLVANOS EN TODAS NUESTRAS BATALLAS CONTRA EL MALIGNO Y SUS MALEFICIOS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario